En 2019 celebramos con enorme orgullo el 40 aniversario de Helados Peña La Vieja, una historia que comenzó con ilusión, esfuerzo y una receta sencilla: trabajar con amor por lo que hacemos.
Desde nuestros inicios en 1985, hemos recorrido un camino lleno de retos, aprendizajes y, sobre todo, muchos momentos dulces. Lo que empezó como un pequeño obrador artesanal, hoy es una marca reconocida y querida por generaciones que han crecido con el sabor único de nuestros helados.
A lo largo de estas cuatro décadas, nos hemos mantenido fieles a nuestra esencia: ingredientes de calidad, elaboración cuidada y una conexión cercana con nuestros clientes. Cada cucurucho, cada tarrina, cada sonrisa al probar uno de nuestros sabores, ha sido siempre nuestro mayor premio.
Nada de esto habría sido posible sin quienes han formado parte de esta gran familia: nuestros trabajadores, que han puesto el alma en cada helado; nuestros proveedores, que han caminado con nosotros año tras año; y, por supuesto, nuestros clientes, que nos han elegido y recomendado con cariño.
Miramos al futuro con la misma pasión con la que empezamos, comprometidos a seguir innovando sin perder lo que nos hace auténticos. Porque si algo hemos aprendido en estos 40 años es que los mejores helados no solo se hacen con leche, frutas o azúcar, sino con dedicación, honestidad y corazón.
Gracias por ser parte de esta historia. ¡Por muchos años más compartiendo lo que mejor sabemos hacer: helados que despiertan sonrisas!
¡Feliz 40 aniversario!
